Si eres un viajero ansioso por visitar destinos turísticos impresionantes, enseguida, te mostraremos 3 lugares de América Latina poco valorados. Pero, que deberías visitar por su belleza y leyendas mágicas que los envuelven.
Unión del Orinoco y Caroní en Venezuela
Desde el puente Angosturita en Ciudad Guayana, Estado Bolívar, apreciarás la confluencia de dos majestuosos ríos. Las aguas del Orinoco y el Caroní chocan para formar un lago con colores terrosos y azulados. Este fenómeno natural se origina porque la temperatura de los afluentes es diferente y las aguas se hacen tan densas que no se mezclan.
Además, existe una leyenda que habla de un amor imposible entre dos indígenas. El recio Orinoco y la dulce Caroní. Una noche, al besarse, el océano Atlántico se llevó a los enamorados para que se fundieran en sus aguas. Entonces, los amantes se transformaron en dos ríos unidos para siempre.
Complejo megalítico de Puma Punku en Bolivia
A 3900 metros de altura se encuentra uno de los sitios arqueológicos más misteriosos de Bolivia. Se trata de un complejo monumental enclavado en Tiahuanaco. Los expertos afirman que fue construido aproximadamente en el año 600 D.C. Asimismo, impresionan sus bloques megalíticos que descansan en una plataforma. Las dimensiones son descomunales, de 7 metros de ancho, 7,5 metros de largo y un espesor de 3,5 metros.
Los arqueólogos están desconcertados, las piedras de arenisca roja y andesita, no son propias de ese lugar. También, el tallado de las losas, que pesan cientos de toneladas, es perfecto. No se explican cómo un pueblo tan primitivo, que no conocía la rueda, metales, ni escritura, lograra tal hazaña. De hecho, distintos teóricos afirman que los indígenas recibieron ayuda de visitantes alienígenas.
Pueblo de San Bernardo en Cundinamarca Colombia
Ubicado a 4 horas de Bogotá, se encuentra San Bernardo, un pueblo con clima templado, reclinado sobre los cerros del Sumapaz. El olor a flores y pinos perfuma el ambiente de este municipio agrícola que no deja de sorprender a sus visitantes. Ya que, los pobladores que han fallecido se han convertido inexplicablemente en momias de manera natural.
Por esta razón, la iglesia construyó un mausoleo con urnas de cristal para exhibir a las momias. Asimismo, se han tejido todo tipo de explicaciones para este fenómeno que generalmente ocurre en lugares con climas fríos o muy secos. Por años han circulado rumores que la alimentación de los lugareños, basada en chayotas, convierte los cadáveres en momias.